Los ordenadores cuánticos podrían romper Internet en una década
Número de registro: 33
Personas: Mosca, Michele, Universidad de Waterloo, Canadá
Endidades: Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST), Estados Unidos
Lugares: Estados Unidos
Contenidos: computación cuántica, internet
Fecha de publicación: 01/03/2024
Medio: El Periódico Extremadura
Soporte: Digital
Secciones El Periódico Extremadura: Tendencias 21
Secciones HOY:
Página:
Emplazamiento en página:
Material gráfico:
Descripción Material Gráfico:
Tipo de fuente 1:
Fuente de información 2:
Tipo de atribución: Atribuidas
Número de fuentes: 1
La noticia hace referencia a mujer investigadora: No
Campo de conocimiento 1: Tecnología e Ingeniería
Campo de conocimiento 2:
Género periodístico: Noticia
Contextualización del contenido:
Resumen:
Los ordenadores cuánticos representan una amenaza potencial para la seguridad de Internet tal como la conocemos. Se estima que en los próximos 15 años existe un 50 % de posibilidades de que se desarrolle un ordenador cuántico lo suficientemente potente como para romper la encriptación pública que protege la información en redes digitales, sistemas bancarios, dispositivos y servicios críticos. Este posible colapso de la seguridad se conoce como Y2Q, en alusión al Y2K del año 2000, pero con implicaciones mucho más graves. A medida que esta amenaza se acerca, gobiernos, empresas y científicos están acelerando sus esfuerzos para anticiparse al impacto.
Frente a este riesgo, han surgido los llamados algoritmos postcuánticos, diseñados específicamente para resistir ataques de computadoras cuánticas. Desde 2016, el Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST) de EE.UU. ha liderado un proceso global para identificar y validar estos nuevos estándares de cifrado. En 2022, seleccionó cuatro algoritmos principales y se espera que en 2024 se finalicen los estándares criptográficos poscuánticos. Estos algoritmos serán clave para asegurar la información en la era cuántica, ofreciendo una posible solución a una amenaza que, aunque aún no es realidad, se perfila como inminente y sistémica.